Amo llegar a casa y verte allí, esperándome. Me encanta acercarme a ti y besarte.
Amo cuando tus manos buscan acariciar esas zonas en mi cuerpo, que solo responden a tus manos. Sólo deseo sentarme en tus piernas y dejarme llevar.
Sin embargo te conozco y sé cuanto te gusta jugar, enloquecerme y dejarme con las ganas mientras me pides que te cebe unos mates o prepare algo para comer.
Amo complacerte. Amo verte reír, amo verte concentrado por momentos en lo que miras en tu móvil.
Te amo tanto, que cada cosa que haces, me hace sentir feliz. Y esa es la razón por la cual te extraño tanto cuando nuestros cuerpos no están juntos. Y hago la aclaración sobre nuestros cuerpos porque en mi mente, siempre estamos juntos.
Cada vez que sonrío, estando sola, es porque estoy pensando en ti, o recordando nuestro tiempo juntos.
Amo tus expresiones cuando beso tu cuerpo, amo tus gestos cuando rasco suavemente tu piel. Amo tu mirada cuando estas dentro de mi, amo verte sonreír cuando logras en mi, la reacción que esperabas.
En definitiva, te amo, aun te amo.
Eres la única persona en mi vida que ha instalado en mi el deseo de convivencia, el anhelo de un juntos para siempre, la necesidad de combinar nuestros genes en una generación futura.
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